Por: Judith Pedroza.
Cuando uno tiene el deseo de emprender “algo” como un proyecto de vida envuelto con el arte, las preguntas iniciales son : ¿Para qué quiero trabajar, con quién quiero establecer y compartir un diálogo directo?, ¿Qué piezas me gustaría poner juntas en un mismo espacio y por qué?
Los Artistas
Estos 4 artistas de manera personal han compartido un diálogo lleno de “preguntas” personales, cotidianas, generacionales, contextuales. Hemos experimentado vivencias y resistencias artisticas en un lugar como la Ciudad de México, crecimos en el momento donde una escena se estaba formando, vimos como a martillazos se contruyeron artistas contemporaneos nacidos y educados en “La ciudad”, hemos visto escuelas, museos, y galerías crecer. Rodrigo Sastre decidió en su ultimo año de la carrera antes de graduarse de la Escuela de arte en Buenos Aires, Argentina, que a su educación le faltaba información, entonces, fué a México para enrolarse en otra escuela de Arte: “La Esmeralda” y empezar de nuevo con “nueva información”; ha trabajado en procesos artistíscos con otros artístas y desde los ultimos 7 años con el dibujo como herramienta y un extremo interés en la cultura popular norteamericana. Desde los ochenta inventa situaciones curiosas y encuentros entre personjes conocidos.
Héctor Iván es alguién que trabaja desde una institución de educación pública y desde la burocracia total, trabaja con los conceptos de tolerancia y talleres de Creatividad y Educación para la paz. Orlando Díaz es un artista de estudio, con un interés predominante en la pintura, ha tenido diversos espacios en la ciudad desde los cuales ha contruído una obra pictórica, basado en personajes inventados a manera de anecdotario: la capacidad destructiva del ser humano. Y yo (Judith Pedroza) con una curiosa formación entre el diseño y el arte, los ultimos años intentando trabajar en colectivos, con la idea de juntar grupos con intereses en el arte para dialogar. Cambiando planes de estudio en clases en la Universidad, pasandole libros a profesores y alumnos, dialogando con grupos de choque.
Agitprop Gallery + David White
Escuche del proyecto de Agitprop por otros artistas, tome un autobús para encontrar el espacio y me encontré con una pequeña puerta, un ollito en North Park, San Diego que conducía a una completa reflexión escultórica que para David White no es la culminación de un espacio físico sino la idea de construir una red y relación de ideas de arte a una comunidad específica, amalgamar intereses, incluir a la localidad, buscar intersticios donde meter reflexiones artísticas, empujar al debate. Poco tiempo después vi su pieza “Monument” donde el despliega una mesa de trabajo y elabora mini-replicas del monumento de Washington desde ahí el artista problematiza una masa artística una escultura social más actual que la de Beuys con instrucciones a la de Erwin Wurm, amasa las referencias, construye “las ciudades y los cambios” probablemente muy a la Italo Calvino, para desdoblar un mito norteamericano de puntos estratégicos y usar esos puntos para la actividad del arte.
Las Piezas
Al entrar en la Exposición, la primera pieza: “Esperando el título” (Héctor Iván Delgado), es un laberinto hecho de soldados, caballeros, vaqueros e indios de juguete, como recuerdo de los primeros juegos aprendidos en la infancia, jugar a la Guerra, jugar a la violencia, escoger un rol, la aceptación de un ganador y un perdedor, las estrategias de disposición y la negociación. La pieza nos refiere al laberinto como un mito existente en toda cultura, este laberinto en especial tiene una connotación de “transformación”, ya que el mito cultural de arte es una estructura insegura, no transparente, con mitos alternos como la información circulante permisible a ser cambiada, tirada, revalorada, lo que conocemos como “stablishment”, es sólo una base fracturada que puede ser tranformada por lo movimientos reflexivos en las sociedades, por la revisión de hechos, por la circulación de energía.
Orlando Díaz en sus “Estructuras de Protección” elabora una reflexión dibujística referida a la base en que una comunidad artística esta parada, las estructuras que sostienen el piso donde caminamos, la contrucción no controlada de un suceso histórico, sobre un mito, sobre un ritual, sobre un cable mal conectado, sobre una economía falsa, un Mercado viciado… en fin, encima de eso , el individuo (Artista) asegura su propio soporte, pensando en su propia humanidad, parecida a un cerdo el cual recibe connotaciones negativas como un ser sucio y carente de inteligencia, un arbol asegurado por su propia madera transformada, la niña que pisa la estructura fracturada.
Orlando Díaz en sus “Estructuras de Protección” elabora una reflexión dibujística referida a la base en que una comunidad artística esta parada, las estructuras que sostienen el piso donde caminamos, la contrucción no controlada de un suceso histórico, sobre un mito, sobre un ritual, sobre un cable mal conectado, sobre una economía falsa, un Mercado viciado… en fin, encima de eso , el individuo (Artista) asegura su propio soporte, pensando en su propia humanidad, parecida a un cerdo el cual recibe connotaciones negativas como un ser sucio y carente de inteligencia, un arbol asegurado por su propia madera transformada, la niña que pisa la estructura fracturada.
SUR (Rodrigo Sastre) es una animación hecha encima de un libro “las meninas de Velazquez”, que indica el mito de tranformación individual: “cambio para no desaparecer”, Rodrigo Sastre se disfraza de Robot que suma un individuo más con quién pelean y se contenta, en ese absurdo ritual de hacerse la Guerra para después elaborar tratados que le convengan a ambas partes, el robot carente de alma y modelado para repetición es la parte moderna de la que no queremos desprendernos aun, la que pelea con el individuo que quiere ser transformado. En SUR vemos el proceso contado del artista: de conflicto y la tranformación desde Argentina hasta México.
“There´s a house by the sea” (Judith Pedroza), es una casita de papel suspendida por dos resistencias de helio y carbón. Todos tenemos una idea del “hogar”, la casa del recuerdo de la infancia, la casa del futuro, la casa de los sueños, en la cultura estadounidense el mito de la casa es la culminación de lo realizado, dependiendo el tamaño y las dimensiones de la casa se traduce los logros adquiridos, es el principio del mito de la seguridad establecida, pero a la vez la base de la inseguridad del “Stablishment” en sí. La montaña de carbón endeble, apilada, no fija es una de las resistencias de la casa, mientras el helio, la presión guardada en globos tiene una corta vida, la casa cae al carbón una y otra vez, el helio tiene que ser remplazado, el trabajo es lograr que esa casa se mantenga suspendida.
“Security for all”
by Judith Pedroza
When one has the desire to embark upon a life project embodied in art, the initial questions are: Why Do I want to work? With Whom Do I want to share a direct dialog?
And which pieces would I like to put together in the same space to make a coherent art statement?
(4 ) Artists
We have shared a myriad of daily-lived experiences: personal, generational, and contextual questions and insights. In a place like Mexico City we experimented with artistic resistance, growing up in the moment where an artistic scene was forming. Over time, we saw museums, schools, galleries, and collections emerge from the labored efforts of contemporary artists born and raised in the “city.”
Argentinean born Rodrigo Sastre decided to leave the University of Buenos Aires in his last year of study. He had come to the realization that his education was “incomplete.” He enrolled in “La Esmeralda” School of Art in Mexico City, seeking a different analytical paradigm. Since then, he has worked under the tutelage of established artists. Over the last seven years, he has worked in his principle medium, drawing, with an intense focus on North American popular culture from the 80’s. Hector Ivan Delgado (MX) belongs to the Educational Public Institution in Mexico City. From this work (the total bureaucracy) he has developed workshops on social justice and equity. Orlando Díaz (MX) is a studio artist , with a primary interest in painting. He has forged a pictorial engagement with invented characters, and a collection of anecdotes that reflect the human capacity for destruction. And I, Judith Pedroza, with an unusual education between Design and the Arts, have spent the last few years working in collectives with the idea of bringing groups with different art interests together to dialogue. Most recently, my life has been occupied with various endeavors: Changing my area of academic study, exchanging books with professors and students, and battling with political groups, “Grupos de choques,” to save my family home in Mexico City.
Agitprop Gallery + David White
I heard about the Agitprop project through other artists. I found a small door (a small hole) in North Park, San Diego, which provided a space for complete sculptural reflection. For David White, the gallery owner, Agitprop is not the culmination of a space, it is the idea of constructing a network and relationship between these ideas of art in a specific community, an amalgam of interests, while including locality and looking for interstices in which to implement artistic reflections, while, at the same time, pushing for debate. Later, I saw his piece entitled “monument” where he set up a work desk and created mini-replicas of the Washington Monument. White problematized an artistic mass, his material is the spaces of the locality, like a social sculpture more current than that of Beuys with instructions as in the works of Erwin Wurm or maybe in the sense of the “Yelding Stone”: Kneading (mixing) the “locality”.
The Pieces (Segurity for All)
“Waiting for the title” (Héctor Iván Delgado) is a labyrinth of soldiers, knights, cowboys, Indian toys, like a memory of the first game (and game rules) learned in childhood: playing war, playing to violence, choosing a role, the importance of accepting the fact of “winner and looser,” the strategies of arranging and negotiation. A labyrinth, like an existing myth in every culture, is a connotation of “transformation”, where the art’s cultural myth is insecure, not transparent, playing with alternate forms like information transfer, permissible to change, reevaluation or deletion. What we know of “Establishment” is fractured but can be transformed by reflective movements in the culture, in other words, by the inspection and revision of facts and the energy of circulation.
Orlando Díaz in his “Structures of Protection” draws on his reflections about the base where the artistic community is situated. The structures that support the floor, represent the construction which is not a controlled historic event, but rather a myth, a ritual, a disjointed connection, a fake and stuffy market economy. On the top layer the artist anchors his own support, thinking about his humanity as that of a “pig,” which embodies the negative connotations of being dirty and stupid, or like a tree protected by its own wood or like the girl in the middle of fractured disorder.
“South” (Rodrigo Sastre) is an experimental animation piece grounded on a book written by the Spanish painter Velazquez entitled “The interpretation of Meninas.” The artist is disguised as a robot, multiplying himself into two characters that fight and reconcile, making war, only to then formulate convenient treaties in order to have it both ways. The artist doesn’t want to disassociate from the robot representing modernity. And yet, the robot without a soul and mired in a repetitive action, the one that fights with the individual also wants to be transformed. This indicates a self-transformation: “I change so as to not disappear.”
“There’s a house by the sea”(Judith Pedroza) a little paper house suspended by two forces of resistance: helium and coal. Everyone has an idea of “home,” the house of childhood, the house of dreams and the future. In U.S. culture the myth of the house is a culmination; the dimensions of the house translate into obtained achievements. The principle of the myth of the “established security” carries insecurity in itself. The house falls on the unstable coal pile . This artistic endeavor defines the conservation of an artistic creative state of mind, reflective and suspended, waiting for the epiphany. In order to keep a float my creative energy, my task is to keep the little house suspended in the air.
Links:
http://www3.signonsandiego.com/stories/2009/apr/16/lz1w16pincus183725-thematic-adventures/?uniontrib
Héctor Iván Delgado
