Ivan Destrada, Artista Visual

Vive y Trabaja en la Ciudad de México

ARENAS, La Habana, Cuba / Ciudad de México, D.F. 2010


ARENAS

Por: Eduardo Del Razo.

La Habana, Cuba: ¿Cómo se construye la seguridad para todos? A partir de la asignación de militares en las calles, de más policías, mejor preparados, menos corruptos acaso, o a través de la construcción colectiva de seguridad. La propuesta artística de Héctor Iván Delgado es una provocación en sí presentada Segundo Encuentro Internaciónal de Jóvenes Artistas y Escritores de América Latina y el Caribe en el Centro Cultural Casa de Las Américas en La Habana, Cuba y que también se presentó en la UAM Xochimilco en el marco del coloquío: “Experiencias en la prevención y atención de la violencia de género y el trabajo con personas agresoras”, que organizó el PROBEN, DIF-DF y la Universidad Autónoma Metropolitana.

La invitación de Héctor Iván para participar en una acción de convencimiento de SEGURIDAD PARA TODOS, tiene sus aristas, en primera instancia el aceptar o no un soldado de juguete, símbolo de la seguridad dentro del imaginario colectivo, nos hace participar y nos adentra en el concepto, en segundo lugar nos remite al cuestionamiento ¿por qué aceptamos o por qué rechazamos? Cada uno de los participantes tuvo sus razones, partieron desde la experiencia propia de manera tal que incluso hubo quien vio en la instalación un acto violento, por eso resulta interesante ver como desde la interpretación personal se construyo una imagen de lo seguro.

¿Dónde hace falta un soldadito? Cada uno de los participantes le asigno un lugar para proteger, ¿cuántos necesitaríamos para protegernos? ¿Tendríamos acaso que volvernos soldados cada uno de nosotros para volver seguro el mundo? o ¿tendríamos que repensar el mundo?

Y en ese tenor aparece la segunda acción-instalación titulada ARENA, el ejercicio es simple: poner una frase que cambie las cosas, junto a una piedra para señalar su ubicación; aquí es donde se hila la obra, ¿cómo apropiarnos del lenguaje?, ¿cómo le hacemos para que las palabras trasciendan el papel en que se inscriben y mejoren las cosas?.

Una vez más nos provoca el artista, ¿podemos sólo con una palabra cambiar las cosas, o necesitaríamos de todas las palabras para hacerlo?, cuando hablamos damos por hecho que tenemos un lenguaje y que podemos comunicarnos con él, sin embargo pocas veces tomamos conciencia de las palabras y mucho menos les damos la fuerza necesaria. Repensar el mundo tiene que ver con eso ¿cómo utilizamos el lenguaje?, ¿cómo lo transformamos hasta que tenga un sentido pleno?

La reflexión a partir de esta obra, la toma de conciencia desde el arte, implica la creación–recreación de imaginarios colectivos; la provocación en este caso genera una discusión que parte de la necesidad de pensarnos no individualmente, sino socialmente, aportando desde el individuo lo que cada uno de nosotros tenga, a fin de que esos granos de arena se transformen en algo solido y permanente, cambiar las cosas, construir seguridad para todos, son procesos en los que se deben involucrar todos; por que de otra forma si no sumamos no podemos romper con el mundo que amenaza con estancarse. Crear, recrear, cambiar el mundo.

febrero de 2010.